Ultimamente es noticia en todos los medios: un brote de listeriosis por culpa de unos alimentos contaminados ha provocado varios fallecidos, decenas de afectados e incluso abortos. Pero, qué es? Cómo podemos prevenirla?

Empecemos por conocer la listeria:
La listeria monocytogenes (LM); forma parte de la familia Listeriaceae, del género listeria; el cual es un bacilo gram positivo, facultativo y anaerobio. Hasta el momento se conocen 10 tipos de esta especies, de los cuales la listeria monocytogenes y la ivanovii, son los más frecuentes en producir acción patógena en los seres humanos, produciendo lo que se conoce como Listeriosis. Los reservorios de la LM se encuentran en el tracto gastrointestinal de los animales, en verduras o alimentos listo para el consumo; que se encuentren contaminados o mal cocidos; derivados de los lácteos no pasteurizados, pescados o mariscos y suelo. Son capaces de sobrevivir en distintos medios, por una adaptabilidad rápida, lo que podría explicar su gran capacidad de transmisión.

Listeriosis:
Es una infección que puede ocurrir cuando una persona ingiere alimentos que han sido contaminados con la bacteria llamada Listeria monocytogenes (L monocytogenes).
Causas

La bacteria L monocytogenes se encuentra en animales salvajes y domésticos, al igual que en el agua o los suelos. Estas bacterias producen enfermedad en muchos animales y llevan a que se presente aborto espontáneo y partos de mortinatos en animales domésticos.

Las verduras, las carnes y otros alimentos pueden resultar infectados con la bacteria si entran en contacto con suelos o estiércol contaminado. La leche cruda o los productos hechos de ella pueden portar estas bacterias.

Si comemos los productos contaminados, podemos enfermar. Las siguientes personas están en mayor riesgo:

Adultos de más de 50 años
Adultos con un sistema inmunitario debilitado
Fetos en desarrollo
Recién nacidos
Mujeres embarazadas

Las bacterias en la mayoría de los casos causan una enfermedad gastrointestinal. En algunos casos, se puede desarrollar una infección de la sangre (septicemia) o una inflamación de las membranas que cubren el cerebro (meningitis). Los bebés y los niños a menudo tienen meningitis.

La infección al comienzo del embarazo puede provocar un aborto espontáneo. Las bacterias pueden atravesar la placenta e infectar al feto. Las infecciones a finales del embarazo pueden conducir a parto de mortinato o a la muerte del bebé al cabo de unas pocas horas de nacido. Aproximadamente la mitad de los bebés infectados al momento del parto o cerca de este morirá.

En los adultos, la enfermedad puede tomar muchas formas, dependiendo de qué órgano o sistema de órganos esté infectado. Puede presentarse como:

Infección del corazón (endocarditis)
Infección del cerebro o del líquido cefalorraquídeo (meningitis)
Infección pulmonar (neumonía)
Infección de la sangre (septicemia)
Infección gastrointestinal (gastroenteritis)

O puede presentarse en una forma más leve como:

Abscesos
Conjuntivitis
Lesión cutánea

Cómo evitarla:
Una buena higienización, almacenamiento y cocción reducen el riesgo de infección. Otros consejos son: No beber leche cruda (sin pasteurizar). Lavarse las manos, utensilios, superficies y tablas de cortar después de manipular y preparar alimentos crudos.

Fuentes –> medline plus, elsevier


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